martes, 28 de octubre de 2025

BAILECITO - RAUL CHULIVER


Raul CHuliver interpreta la obra instrumental compuesta hacia 1940 por CArlos Guastavino titulada BAILECITO , que fue editado por Editorial Ricordi Americana en 1967 . El "Bailecito" de Guastavino es una obra del compositor argentino Carlos Guastavino, aunque el estilo musical del bailecito tiene sus raíces en Bolivia y el noroeste argentino; la composición de Guastavino se inscribe en su estilo romántico, influenciado por el nacionalismo musical, que fusiona el folklore con el lenguaje de la música de concierto. Por tal motivo, la obra no tiene una coreográfica determinada, propia de la danza bailecito. Carlos Guastavino es un compositor reconocido por su estilo conservado, que incorpora elementos folklóricos argentinos. Carlos Vicente Guastavino (NAció en Santa Fe, 5 de abril de 1912 y falleció 29 de octubre de 2000) fue un compositor y pianista argentino. Considerado uno de los más destacados de su país. Su producción ascendió a más de 500 obras, la mayoría de ellas canciones para piano y voz, muchas aún inéditas. Su reputación se basó casi exclusivamente en sus canciones, y Guastavino ha sido a veces llamado "el Schubert de las Pampas". Algunas de sus canciones, por ejemplo, Pueblito, mi pueblo, compuesto en junio 1957 (se la puede escuchar en Youtube Chuliver) La rosa y el sauce y Se equivocó la paloma, se convirtieron en favoritas nacionales. también la obra Jeromita Linares. Diez Cantilenas argentinas - 1953-1958. Nació y falleció en Santa Fe, ciudad capital de la homónima provincia argentina. De allí partió, con la pujanza característica de los jóvenes provincianos eclipsados por la inquietante actividad cultural y económica de Buenos Aires. Allí regresó, anciano ya, para compartir los últimos años de su existencia con su terruño y descansar definitivamente en la localidad aledaña de San José del Rincón, aquella que se evoca de manera tan intensa en su canción "Pueblito, mi pueblo". Su producción es extensa en el campo del repertorio de cámara y solístico: incluye piezas vocales con piano, obras corales a capela, para grupos instrumentales, piano y guitarra. Es Guastavino uno de los pocos exponentes del nacionalismo musical argentino que goza de un reconocimiento internacional. Así lo interpretó en 1987 la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Consejo Interamericano de Música (CIDEM) que lo homenajearon con la máxima distinción de ese organismo. Recibió además el "Premio Consagración Nacional" de la Secretaría de Cultura de la Nación (1992), una distinción de la "Asociación de Críticos Musicales de Argentina" (1993), el reconocimiento de la localidad bonaerense de San Pedro como "Ciudadano Ilustre" (1993) por la canción El Sanpedrino (en colaboración con León Benarós) y la declaración como "Personalidad Emérita de la Cultura Argentina" por parte de la Presidencia de la Nación (1999). En 2009 se le otorgó el Premio Konex de Honor, como personalidad musical relevante fallecida en la década anterior. El aislamiento estilístico de Guastavino de los movimientos modernistas y vanguardista que lo rodeaban, y el contenido conscientemente nacionalista de sus canciones lo convirtieron en un modelo para los músicos populares y folklóricos argentinos de la década de 1960.

jueves, 23 de octubre de 2025

A San Antonio de Areco - RAUL CHULIVER


El guitarrista RAUL CHULIVER interpreta el triunfo de Edmundo Zaldivar (h) titulado A SAN ANTONIO DE ARECO, obra dedicada a la localidad bonaerense. Tema que compuso hacia 1960. San Antonio de Areco es una ciudad, cabecera del partido homónimo, en la provincia de Buenos Aires, Argentina. Se encuentra a 113 km de la ciudad de Buenos Aires. Conocida como "Cuna de la Tradición", fue declarada Capital Nacional de la Tradición el 29 de enero de 2015 por la ley nacional 27105. Fundada el 23 de octubre de 1730, es considerada como una de las ciudades más antiguas de la provincia. San Antonio de Areco forma parte de esta pampa ondulada. Estudios del suelo de la misma determinaron que lleva este nombre por las lomadas separadas por valles amplios zigzagueado por una serie de caudales de aguas que vuelcan sus aguas al Paraná a través de bajos ribereños. Bajos ribereños: área de bañados con frecuencia inundables por el efecto de la sudestada. Dominio absoluto de Querandíes hasta el siglo XVI, con la llegada de los conquistadores españoles, la comarca es lugar de paso obligado en la ruta al Alto Perú y al Paraguay. Precisamente en la unión de las dos culturas se encuentra el origen del gaucho. Los primeros asentamientos se registran en el siglo XVII con los jesuitas a orillas del actual río Areco. Una suerte de aldea comenzó a tomar forma, más el choque entre querandíes y españoles fue inevitable. En 1714, un gran ataque —malón— de los querandíes asoló la región. Los colonos, para librarse de ellos, prometieron construir una capilla bajo la advocación de San Antonio de Padua. Concedida la gracia, los hispano-criollos no tardaron en cumplir su palabra. Con el crecimiento de la población —aproximadamente veinticinco propietarios (que incluía a mujeres e indios) y encabezados por José Ruiz de Arellano— el Cabildo Eclesiástico de la ciudad de Buenos Ayres, declara a San Antonio de Areco como una de las primeras siete “Parroquias de campaña”, firmándose el documento el 23 de octubre de 1730, fecha que se considera la partida de nacimiento del pueblo. El pueblo lentamente fue creciendo. Con las invasiones inglesas de 1806 y 1807, Areco se convierte en uno de los pueblos que recibe prisioneros británicos, con los que se tejerán posteriormente apasionantes historias. Iniciada la etapa de la Independencia, Areco aporta con Juan Hipólito Vieytes a uno de los hombres más lúcidos de la Revolución. San Antonio de Areco conserva todos los atributos de un tradicional pueblo de la llanura pampeana. La comunidad es muy celosa en el cuidado y difusión de sus “usos y costumbres” tradicionales/criollos. Esa cuestión que caracteriza al arequero más allá de su condición social, raza o religión. La pasión por la música criolla y la danza nativas es la expresión más característica de la comunidad. Las peñas y guitarreadas son motivos de reuniones en cualquier lugar y época del año. El pueblo es declarado Poblado de Interés Histórico Nacional por la Presidencia de la Nación en el año 1999.

miércoles, 22 de octubre de 2025

TE QUERRE HASTA QUE QUIERA - RAUL CHULIVER


Raul CHuliver, guitarrista y folklorista, interpreta la huella de Abel CArdelicchio y Reynaldo Vellido titulada TE QUERRE HASTA QUE QUIERA. una bella obra. Tuvo el gusto de conocer a Vellido. Reynaldo Vellido fue integrante del grupo vocal Los Indianos, fue un sexteto vocal e instrumental creado en Buenos Aires a fines de la década del 60. Su origen fue un cuarteto denominado “Los Forasteros”, que integraban Carlos Di Sano, Armando Nenseff Olmos, (también conocí) Rafael Domingo Paeta y Reynaldo Vellido. El conjunto cambió su nombre y debutó en 1960 ante las cámaras del viejo Canal 7. Posteriormente, se alejaron Di Sano y Paeta, y en su lugar ingresaron los hermanos Alejandro y Augusto Pizzi, siendo acompañados en piano por Néstor Caballero. Para afrontar una serie de actuaciones en LS1 Radio Municipal, se incorporó el pianista Norberto Jorge Ambrós, quien antes se había desempeñado en el conjunto de Alberto Ocampo. Tiempo después reingresó Paeta, conformándose como sexteto. Más adelante, ya sin Ambrós y sin Paeta, participó como cuarteto en festivales y ciclos radiales, en especial por LR 3 Radio Belgrano, integrado por Vellido, Alejandro Pizzi, Olmos y Carlos González, hasta 1966 en que se disolvió para reaparecer en 1970. Tiempo despues Vellido fue un tiempo representante de E. Falu. Vellido falleció hace unos años. Sobre Abel Cardelichio, no tengo datos, lo sentí nombrar en los años setenta

LA ANDARIEGA - RAUL CHULIVER


El guitarrista Raul CHuliver interpreta instrumentalmente la zamba de Atahualpa Yupanqui titulada LA ANDARIEGA, publicada por Ediciones Tierra Linda en 1949. La Andariega" zamba de Atahualpa Yupanqui es una conmovedora exploración del anhelo, la memoria y el incesante viaje de la vida. La canción, una zamba, se adentra en el paisaje emocional de un caminante que reflexiona sobre las promesas de nunca ser olvidado y la inquietante incertidumbre de si esas promesas se cumplirán. La pregunta recurrente, "¿quién sabe, mi alma, si se acordará?", subraya la profunda duda y el anhelo que impregna la letra. La zamba, nacida en tierras áridas, se convierte en compañera del narrador, compartiendo la tristeza del peregrinar sin fin. El tono melancólico y la letra reflexiva de la canción resuenan en cualquiera que haya sentido el dolor de las promesas incumplidas y el implacable paso del tiempo. A través de su lenguaje evocador y su emotividad, "La Andariega" captura la esencia de una vida en constante movimiento, siempre anhelando un lugar al que llamar hogar. Que nunca me olvidaría, siempre sabia jurar. Hoy, que me encuentro tan lejos, ¿quién sabe, mi alma, si se acordará? La pobre esperanza mía mucho me supo ayudar. Hoy me lastiman las dudas: ¿quién sabe, mi alma, si se acordará? Me acuesto sobre el apero; triste me pongo a pensar: toda la vida es ausencia, ¿quién sabe, mi alma, si se acordará?

lunes, 13 de octubre de 2025

DE SIMOCA - RAUL CHULIVER


Raul CHuliver, guitarrista y folklorista, interpreta en forma instrumental la famosa zamba del CHango ROdriguez DE SIMOCA. Transcipción para guitarra de R CHuliver. “Para las de Simoca, mis ansias locas de estar allí”, dice la zamba Al Jardín de la República, de Virgilio Carmona, mientras que De Simoca, del Chango Rodríguez, también conocida como Carretas cañeras, afirma en su estribillo: “canta con la zafra todo Tucumán”. Esta unión del paisaje de cañaverales con la necesidad de festejo de sus habitantes constituye el leiv motiv del folklore musical tucumano del período azucarero. En el caso de estas zambas, su gran difusión hizo famosa a Simoca entre los oyentes de folklore a nivel nacional e incluso internacional. Por eso, es posible realizar un recorrido por los aspectos más notables del lugar y por las composiciones que hacen referencia a su universo simbólico. La noche en sus ojos, la miel en su boca te traigo una copla del cañaveral de la luna que alumbra en Simoca cuando se le antoja de noche alumbrar. José Ignacio Rodríguez, conocido como el Chango Rodríguez (NAció en Córdoba, Argentina; 31 de julio de 1914 – falleció el 7 de octubre de 1975), fue un folklorista cantautor argentino. Es autor de canciones destacadas del folklore argentino, como «Luna cautiva», «Vidala de la copla», «De Alberdi», «De mi madre», «De Simoca», «Noche de carnavales» y «Zamba de abril» entre muchas otras. ( Ver en Youtube Raul CHuliver HOmenaje al CHango ROdriguez). Su afición por la música comenzó desde chico, siendo su madre María Rivolta, directora de la escuela de Matorrales y maestra de guitarra, quien le enseñó los primeros acordes. Eduardo Toberán fue su seudónimo artístico hasta que su padre le profesó su disgusto con su cambio de nombre, hecho por el cual volvió a su nombre auténtico. Su primera composición fue a través de un sueño; en el sueño había un hombre reclinado debajo de un árbol que cantaba «Vidala tengo una copla, no me la vas a quitar»; de hecho así se llamó su primera obra, «Vidala tengo una copla», que es una vidala chayera que grabó en 1963 en el disco Los Calchaquis chantent Atahualpa Yupanqui en colaboración con Los Calchakis. A fines de la década del 1930 realizó su primera presentación en La Rioja, para dirigirse luego a Buenos Aires, donde obtuvo sus primeros éxitos. Luego viajó a Bolivia y Perú, donde estudió literatura entre los años 1940 y 1945, y compuso "La Chusquisaca» (cueca) y «Chicheriar del Cusco» (huayno). Allí integró el trío Los Tres de la Cantina con Roberto Sarrión y Lito Soria, a quienes conociera en LV2 Radio General Paz, donde el músico tenía un programa en 1969, llamado «El fogón de los arrieros».

EL CHUPINO - RAUL CHULIVER


El guitarrista y folklorista Raul CHuliver interpreta el gato con Letra de Hernán Videla Flores Música de Carlos Montbrún Ocampo publicado por Ediciones Musicales Tierra Linda El Chupino" que significa rabon, o de cola corta, es una exploración animada de las tradiciones danzantes regionales de Argentina, centrada específicamente en las provincias de Mendoza y San Juan. La letra describe vívidamente la vitalidad cultural y la rivalidad amistosa entre estas dos regiones. La canción comienza con una referencia a la chacarera, una danza folklórica tradicional argentina, que se baila en Mendoza. El baile es tan enérgico que levanta nubes de polvo visibles desde San Juan, lo que resalta el espíritu festivo de las festividades. Cuando en Mendoza bailan la chacarera de San Juan se divisa la polvadera. Calos Montbrun Ocampo dejó su Albardón natal (Provincia de San Juan) y junto a su amigo Hernán Videla Flores, también de Albardón, viajaron a Buenos Aires donde formaron el dúo Ocampo -Flores. Este dúo tuvo mucho éxito, grabó para el sello Odeón y actuó en las principales radios del país. Después de 10 años de gran éxito se separan. Y Montbrun Ocampo comenzó a producir el reconocido programa radial Las Alegres Fiestas Gauchas, uno de los sucesos artísticos más importantes de la radiofonía y del teatro argentino, desde LR4 Radio Splendid de Buenos Aires con su cadena de emisoras en casi todas las provincias. Un dato curioso es que el dúo se llamaba Ocampo-Flores pero sus integrantes tenían como primer apellido Montbrun y Videla. Entre los muchos temas que compuso y que tuvieron notable repercusión, se encuentra este valsecito, que lleva versos de Hernán Videla Flores (Gabriel Héctor Hernán Videla).y al que Montbrun Ocampo le puso una música deliciosa, con lo cual salió ganando desde el vamos. A Edmundo Rivero le gustaba mucho el tema y se lo propuso a Troilo para incorporarlo al repertorio.

domingo, 5 de octubre de 2025

LA OLVIDADA - Raul Chuliver




Raul CHuliver interpreta la chacarera de Atahualpa Yupanqui y Los Hermanos Diaz , fue editada por Editorial LAgos en 1963 y se registró este mismo año el 8 de octubre. Un interesante articulo de MArio Melnik, nacido en Tucuman, en 1958. Los primeros compases de “La olvidada”, comienzan a desplegarse en la guitarra de Atahualpa Yupanqui. Su voz va soltando esos versos suyos que están entre los más profundos del cancionero argentino. Versos que nos entregan historias de vida y nombres de querencias que Santiago del Estero atesora tierra adentro: Salavina, Chilca Juliana, Barrancas. Lugares de amistad fecunda, de raíces quechuas y criollas. Entornos mágicos de sol y luna, de silencios propicios para la creación y el encuentro con sabidurías y quehaceres ancestrales. De esos entornos nació esta hermosa chacarera allá por los años 1950. Cuentan que durante un encuentro de amigos en tierra santiagueña los hermanos Julián y Benicio Díaz le propusieron a Yupanqui poner su sello como letrista a una chacarera de su autoría que andaba huérfana de versos. Fue ahí mismo que el poeta le puso letra y salió a la luz “La olvidada”, obra maestra en la que el canto popular busca y consigue, una vez más, señalarnos un camino en común a recorrer. Y a recorrerlo, según “La olvidada”, siguiendo el canto de un paisano de Salavina que cantaba “debajo de un algarrobo / y en una tarde de enero” ¿Qué es lo que nos permite apreciar en profundidad esta obra sin fronteras y emocionarnos ante su intensidad? Pienso que tal cosa sea posible porque escuchamos “La olvidada” desde el tiempo presente de la poesía, desde su capacidad para dar presencia, consistencia y novedad a lo nombrado. A través de “La olvidada” este tiempo presente nos va entregando una memoria que encuentra su expresión entre la voz individual y colectiva. Surge un vínculo, un puente. Aquello que fue se reconfigura y funde con el tiempo presente de quienes escuchan, para recrear en su conciencia y en su imaginación la sobrevida de lo esencial en lo inmediato, en lo cotidiano. Así, lo ‘olvidado’ se vuelve una expresión coral que se va materializando para permear lo mutable, lo añorado, lo sensorial. Mediante la potente humanidad de esta chacarera hombres y mujeres de un interior profundo y germinal, que dejaron sus huellas en las melodías y silencios de su tiempo, encuentran un vínculo con nuestros días. Vínculo por el que asoman con tal sustancia y familiaridad que podemos sentir la amplitud de sus voces, su percepción de mundo y la vigencia de su aporte cultural en nuestra mirada creadora, en nuestro propio hacer y proyectar cultura. Al andar su canto “La olvidada” nos recuerda que es posible encontrar un sentido a los días felices o aciagos de la memoria. Que así encontrando se puede expresar y compartir tanto el gozo como el dolor desde una autenticidad que se reinventa entre palabra y música, florece y vuelve amanecida para decirnos que el olvido puede ser un enorme desamparo. Olvido, como olvidarse por ejemplo de cantarle a la tierra por amor. Un amor que mucho puede decirnos acerca de ese arbolito salavinero,que sin ser ni muy grande ni muy chico puede dar “un poco de sombra / a los cansaos del camino”.

LA AMOROSA - RAUL CHULIVER


Raul CHuliver interpreta la zamba de Los Hermanos Diaz , LA AMOROSA , publicada para piano por Editorial LAgos en 1963. COntaba Atahualpa Yupanqui, quien ha popularizado entre otros esta bonita obra: Cuando una niña es muy donosa , le salen muchos festejantes, así pasa con algunas zambas de nuestra tierra, que es tucumana, que es salteña , que es santiagueña, y así anda con un nombrecito en lado, Carreta volcada en Tucuman, La AMorosa en Santiago, la Lindita en Cafayate. Los abuelos decían esta es orejana andaban por ahí , sin autor, de tierra en tierra, de comarca en comarca, de doma en doma, de ingenio a ingenio. Le llaman zambas del viento, linda manera de bautizarlas Esta es una zamba del viento argentino, La Amorosa.
sE REGISTRA EL 8 de octubre de 1963.

miércoles, 1 de octubre de 2025


https://e4418129-c306-49e9-a1bc-295617c58336.filesusr.com/ugd/ddbbbc_073c66af46954ba7af983999c2e33d2e.pdf


REVISTA OCTUBRE 2025

 

ZAMBA DE MIS PAGOS - RAUL CHULIVER


Raul CHuliver, guitarrista, compositor y folklorista, interpreta la famosa zamba de Los Hermanos Abalos titulada ZAMBA DE MIS PAGOS. La misma fue compuesta hacia 1950 y publicada en Ediciones Musicales Tierra Linda en marzo de 1951. La zamba es una evocación nostálgica de la tierra natal Santiago del Estero, en Argentina. La zamba, un género musical tradicional argentino, se caracteriza por su ritmo lento y melancólico, lo que se refleja en la letra de esta canción. Desde el inicio, el violín gemidor y el bombo legüero, instrumentos típicos del folKlore argentino, establecen un tono de añoranza y conexión con las raíces. El cantante describe escenas de su tierra natal, como las guapas paisanas que zarandean y las miradas llenas de mensajes secretos. Estas imágenes pintan un cuadro vívido de la vida en su pago, lleno de tradiciones y costumbres que le son queridas. La mención de instrumentos como el arpa y el bombo legüero, junto con elementos naturales como el piquillín, el chañar y los algarrobales, refuerzan la conexión profunda con su tierra y su cultura. La canción también menciona serenatas al alba, una tradición romántica y cultural que añade una capa de profundidad emocional a la letra. En conjunto, 'Zamba de Mi Pago' es una celebración de las raíces, la cultura y la identidad, envuelta en una melodía melancólica y evocadora.