El guitarrista Raul CHuliver interpreta instrumentalmente la zamba de Atahualpa Yupanqui titulada LA ANDARIEGA, publicada por Ediciones Tierra Linda en 1949.
La Andariega" zamba de Atahualpa Yupanqui es una conmovedora exploración del anhelo, la memoria y el incesante viaje de la vida. La canción, una zamba, se adentra en el paisaje emocional de un caminante que reflexiona sobre las promesas de nunca ser olvidado y la inquietante incertidumbre de si esas promesas se cumplirán. La pregunta recurrente, "¿quién sabe, mi alma, si se acordará?", subraya la profunda duda y el anhelo que impregna la letra.
La zamba, nacida en tierras áridas, se convierte en compañera del narrador, compartiendo la tristeza del peregrinar sin fin. El tono melancólico y la letra reflexiva de la canción resuenan en cualquiera que haya sentido el dolor de las promesas incumplidas y el implacable paso del tiempo. A través de su lenguaje evocador y su emotividad, "La Andariega" captura la esencia de una vida en constante movimiento, siempre anhelando un lugar al que llamar hogar.
Que nunca me olvidaría,
siempre sabia jurar.
Hoy, que me encuentro tan lejos,
¿quién sabe, mi alma, si se acordará?
La pobre esperanza mía
mucho me supo ayudar.
Hoy me lastiman las dudas:
¿quién sabe, mi alma, si se acordará?
Me acuesto sobre el apero;
triste me pongo a pensar:
toda la vida es ausencia,
¿quién sabe, mi alma, si se acordará?
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