RAUL CHULIVER REALIZO LA TRANSCRIPCION PARA GUITARRA.
Estamos a mas de 150 años de este suceso, la foto abajo muestra la tumba que guarda los restos de los
caídos en esa fecha . El pueblo salteño honra la memoria de los defensores de
la ciudad ante la invasión de Felipe Varela.
José Ríos y José
Botelli dos amigos entrañables de Salta.
En mis estancias en esa provincia
brindando recitales y anotando documentos sobre nuestro folklore, los
que conocieron a estos dos grandes de nuestra mùsica me decían :
<bondadosos, soñadores y querendones de su tierra, los dos practicaban una dulce artesanía que se hace arte en sus
manos generosas. Viejos amigos , un día se encontraron en el patio de una misma
inquietud. En el patio abierto de la floración cancionera. Se reunían los
viernes a la noche en la vieja casona de los Brachieri, frente a la plaza
Belgrano. Rios encendía el fuego , para un asado. Allí se juntaban Botelli,
García Bes, Ramiro Davalos, Espinosa, Cuchi Leguizamón, Castilla y Arturo
Davalos con su infaltable guitarra. La noche se iba como agua y el sábado ya
estaba tentador y bagualero. En esas
reuniones sabrosas, llenas de cuentos, de cantos, de inquietudes, avivadas al
rescoldo, nacieron canciones. Rios era un salteño silencioso, sonriente,
comedido…> Allá por 1957, había un
tema que les danzaba en sus mentes. Ganas de hacer algo robusto, preciso y
decidor de uno de los orgullos de la salteñidad: plasmar en una canción aquella
epopeya del 10 de octubre de 1867. Cuando Salta
se puso de pie, gallarda, para pelear
por lo suyo. Por su honor, por su tierra, por la casa solariega. Al margen de la posición idealista de
Felipe Varela que luchaba por algo, lo
que se quería exaltar era el valor salteño. Interpretar eso que en el recuerdo
de los viejos es todavía una viva emoción. La imagen de una actitud resuelta y bien plantada. La
tradición oral que alimenta las noches de la evocación les estaba brindando las
imágenes para la creación artística. Así fue que el Negro Rios , poeta y Coco Botelli , músico llevaron al
pentagrama en tiempo de zamba La Felipe
Varela La registraron en SADAIC
un 8/10/1958.
La figura de Varela, como tantas otras de la época, resulta fuertemente controvertida; los historiadores revisionistas han reivindicado su oposición a Bartolomé Mitre y a la Guerra del Paraguay. Otros autores han apreciado la lucidez del Manifiesto con el que proclamó su oposición a Mitre, una de las expresiones más acabadas y expresivas del ideario federal.
Los partidarios de la facción liberal, por el contrario, lo han considerado un salvaje sanguinario, una versión que se ha consagrado en el texto de la zambaLa Felipe Varela, de José Ríos, que reza:
Galopa en el horizonte, / tras muerte y polvaderal; / porque Felipe Varela / matando llega y se va.
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